"Quizás porque no soy un buen poeta puedo pedirte que te quedes quieta hasta que yo termine estas palabras" - Sui Generis

jueves, 14 de abril de 2011

Hoy fue un día hermoso

Me desperté a las siete y media de la mañana, más por escuchar gritos de mi viejo hacia mi hermana para que se despertara desde la otra habitación que por placer del que madruga.
Aproveché mi tiempo de sobra, considerando que yo entro a las cinco y media de la tarde al colegio y que hasta las dos y cuarto; que tengo mi clase de Inglés; no tenía nada para hacer, decidí ponerme a estudiar para una prueba de Castellano que me tomaban ese mismo día.
No encontré las fotocopias de Castellano y no me quedaba otra opción más que ir al colegio, sacarlas y estudiar ahí; después volver para ir a Inglés y más tarde ir otra vez al colegio.
Se me destiñó mi pollera preferida y se me rompieron las medias.
Me acordé del motivo por el cual no venía usando esa remerita blanca. Los diez tipos que me dijeron cosas se dieron cuenta.
En el subte no conseguí asiento (y eso que me subo siempre en Congreso de Tucumán de la línea D)
Llegué a las once y media al colegio y desperdicié muchas horas de estudio.
Se me cayó la fotocopia en un charco.
Estudié menos de dos horas sabiendo que la prueba iba a ser muy difícil. No me dio el tiempo.
Almorcé mal y apurada y me sobró un montón de tortilla de papa que cargué conmigo durante todo el día.
El subte se demoró y llegué tarde a Inglés (demás está decir que tampoco conseguí asiento)
El profesor se enojó porque llegué tarde y me castigó diciendo que iba a hablar con mis viejos, eso es lo que más odio de las instituciones privadas siempre meten a los papás en todo como si no pudiéramos arreglarnos solos.
Me agarró un ataque de luchidez (f. comportamiento similar al de mi abuela Lucha, que no piensa lo que dice // antónimo de lucidez) y Owen, "el profe", casi me tira por la ventana.
Recibí un mensajito tuyo y me acordé que esa noche no me ibas a llamar porque al día siguiente tenías prueba y, a diferencia de mí, vos vas al colegio a la mañana.
Me distraje pensando en vos y casi me atropella un colectivo.
Llegué al colegio viajando en subte, en donde otra vez no me pude sentar y me acordé de la tarea de dos materias que no había hecho. Esas materias eran Geografía e Historia, las cuales no son exactamente las más fáciles para mí.
Me tuve que bancar las clases de Historia y Geografía sin haber hecho la tarea y sin entender nada y, para colmo, ninguno de mis compañeros la había hecho así que nos dieron mucha tarea para el día siguiente.
Tuve la prueba de Castellano en la que me fue... Bueno, ni sé cómo me fue.
Recibí un mensajito tuyo diciéndome que al final me esperabas porque se te hacía imposible no hablar conmigo.
Llegué a mi casa, cené y me llamaste. Qué hermoso día.

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