"Quizás porque no soy un buen poeta puedo pedirte que te quedes quieta hasta que yo termine estas palabras" - Sui Generis

sábado, 30 de abril de 2011

Tiempo

Lo veo, salgo a su encuentro y le doy un fuerte abrazo. Me besa suavemente. Los dos sabemos que no hay tiempo que perder. Sus palabras de amor, tantas veces pronunciadas, me siguen sacando una sonrisa. Necesito tenerlo. Necesito tocarlo, abrazarlo, sentirlo. Siento sus manos sobre mi cintura y sus caricias sobre mi rostro. Los besos se vuelven apasionados y pierdo la noción temporal. De repente, las horas corren y los minutos vuelan. Paro y lo miro, intento grabar en mi  memoria cada uno de sus gestos. Él mira hacia abajo y luego hacia mi boca.
 - Mirame- le digo. Y con su mirada posada en la mía, me regala una sonrisa muy especial. Jamás me cansaría de ver su cara de bobo enamorado. 
-¿Me vas a extrañar?- pregunta él. La respuesta resulta ser muy obvia, por supuesto que lo voy a extrañar. Una semana sin verlo, sin esperar su llamada todas las noches y sin sus mensajitos diarios, es una eternidad.
-Sí, te voy a extrañar muchísimo- respondo tristemente. Aprieta su pecho contra el mío y me dice:
-No voy a dejar de pensar en vos-. Vuelven los besos, pero esta vez se prolongan más. Queda poco tiempo. Él me promete que me va a ver al día siguiente, antes de irse, y no se va. Quiero quedarme así para siempre. Intentamos extender los momentos, pero estos ya no se pueden estirar más. Me pide perdón, me besa apurado y se va corriendo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario